sábado, 16 de marzo de 2013

Capítulo 38.

Nos quedamos un momento en silencio sin decirnos nada. Miraba sus ojos y después sus labios. En ese momento mi corazón empezó a acelerarse, tenía ganas ahora mismo de darle un beso pero de repente me sonó el móvil. Niall se separó y me sonrió. Sonreí y cogí el móvil. Era mi madre, lo desbloqueé.

*Conversación telefónica*

-¿Diga? -contesté.

-Hija, acabo de venir de la compra y necesito que vengas al garaje para ayudarme -dijo. Abrí los ojos y miré a Niall.

-¿Que estas metida en casa me estas diciendo? -Niall me miró.

-Sí claro, estoy en el garaje el de la parte trasera de la casa.

-Ya voy, es que acabo de llegar del parque.

-Vale, pero ven ya.

-Que si... -colgué y guardé el móvil en el bolsillo de la chaqueta.

*Conversación telefónica*

-Me tengo que ir a ayudar a mi madre a meter las bolsas de la compra en la cocina -sonreí- no vemos mañana -le abracé.

-Y en el billar -se separó y me guiñó el ojo.

-Que si, venga -sonreí.

Abrí la puerta con las llaves y antes de cerrarla vi cómo Niall se alejaba por la calle. Cuando vi que desapareció de mi vista cerré la puerta a mis espaldas y sonreí cómo una autentica imbécil. Dejé las llaves encima de la mesa del salón al igual que el móvil y me dirige al garaje. '¿Tanto tardas?' me preguntó mi madre cuando me vio entrar por la puerta del garaje 'Fui al baño' mentí.

Mi madre abrió la parte trasera del coche haciendo que se viese todas las bolsas de comida. Cogí tres bolsas a la vez, dos bolsas en una mano y una sola en otra. Fui rápido a la cocina porque pesaban demasiado y lo dejé encima de la encimera. Mi madre venía a la cocina mientras que yo entraba otra vez en el garaje.

Cuando terminé de traer las bolsas a la cocina, empecé a guardar la comida en las estanterías, cajones y armarios. Terminé y subí a mi habitación. Quería darme una ducha. Entré en mi habitación, cerré la puerta fui al armario y lo abrí. Ya los días no eran cómo antes, se acercaba la primera... '¡Es verdad el baile de primavera, todavía no tengo traje!' pensé cogiendo un pijama. Fui al baño, cerré la puerta y dejé el pijama encima del lavamanos. Me solté el pelo y dejé la coleta en la estantería. Me quité la ropa y me metí en la bañera. Abrí el grifo y esperé a que se llenara la bañera para echar unas pastillas de gel. Las eché y las burbujas empezaron a salir a la superficie. Apoyé la cabeza de un lado de la bañera y cerré los ojos. Pensaba una y otra vez en lo de antes. Por casi le beso ¿le beso? ¡sí, lo iba a besar! ¿¡pero que me está pasando!? Yo antes no podía estar ni un segundo con él, porque siempre mencionaba lo mismo y ahora salgo con el... me lleva a casa cogida... Es tan adorable.

Paola.

Caminaba con la cabeza agachada y con los brazos cruzados acariciándome los brazos para que no tuviera frío. Ya se estaba haciendo de noche. Mañana por fin viernes, esta semana se me había echo más larga de lo normal.

Llegué a mi casa. Abrí la puerta con las llaves y pasé adentro. Dejé las llaves encima del mueble de la entrada y me dirige a mi habitación. Quería asegurarme si el ordenador seguía encendido, y pasando el video de la acampada a los discos. Salí de mi habitación y bajé al salón. Me senté en el sofá y encendí la televisión. Notaba algo incómodo por la parte del bolsillo de mi pantalón, metí la mano y saqué mi móvil. No me había acordado de que lo guardé ahí. Lo encendí, tenía un mensaje, lo abrí. Era de Zayn. '¿Te apetece si vamos el sábado al cine?' sonreí al ver lo que ponía en el mensaje ¿Qué si quería? ¡pues claro! Le contesté: 'Sí ¿Qué película vemos?'.

Y así pase un poco la tarde hasta que se hiso de noche. Hablaba con Zayn por mensajes. La puerta de mi casa se abrió, era mi padre. ¿Ya eran las 22:00?

-¿Son las diez? -pregunté.

-Si -contestó secamente.

-Ah, vale.

El silencio hundió toda la casa otra vez. Nunca tenía ninguna conversación con mi padre, y no me importaba, pero por lo menos que muestre un poco de interés por mi ¿no?

 

Lorena.

Las horas pasaron en el instituto. Esta vez se me hiso mucho más rápido cómo salimos a la 13:00. Cómo no sabíamos que hacer todos nos fuimos a comer a Nando's para pasar el rato. Nos sentamos en una de las mesas más cercanas a la barra, ya que todo estaba lleno de gente.

Mientras comía miraba a todos. Lucía intercambiaba miradas con Harry. Louis no paraba de mirar a una camarera, con el pelo largo ondulado. Paola hablaba con Zayn de una cosa del cine, al parecer iban a quedar. Liam le cogía de la mano a Cristina uno estaban frente del otro sonrientes mientras hablaban. Todos estaban muy raros... Miré al frente, allí estaba el con su gran sonrisa mirando a Paola que también hablaba con él. Había estado toda la noche pensado en él, en lo que pasó ayer. Fueron los 6 segundos más bonitos de mi vida.

Tomé un poco más de Coca-Cola y miré a Louis que llamaba la camarera. La chica a la que estaba mirando y a la que nos atendió al principio.

-¿Puedes traernos la cuenta? -preguntó Louis.

-Sí, ahora mismo -sonrió.

-¿Cómo te llamas? -le preguntó Harry antes de que la chica se fuese.

-Eleanor -sonrió tímida.

-¿Eres nueva aquí? -preguntó Cristina. Louis la miró y después miró a Eleanor.

-Trabajando si, pero siempre e vivido en Londres -se tocó el pelo.

-¡Dejad a la chica pesados! -dijo Louis.

-No, no importa prefiero hablar con gente que estar trabajando -soltó una tímida carcajada.

-Ah bueno -sonrió Louis- te podrías venir con nosotros cuando acabes de trabajar.

-Eso, estaría bien -dijimos todos observando a Eleanor.

-No quiero ser una molestia...

-¿Molestia? -dijo Louis- venga ya... te esperamos -sonrió.

-Vale -sonrió tímida. La verdad es que la chica era bastante guapa y que era muy tímida- voy a decirle a mi jefa que si me deja salir antes, ahora vengo -se marchó. Louis la siguió con la mirada.

-Que... ¿te gusta Louis? -dijo Zayn haciendo que todos riéramos.

 

Eleanor.

Me sorprendió al oír que querían que fuese con ellos, nunca nadie me había dicho eso sin conocerme, pero se ve que son majos. Al principio cuando vi que entraron a Nando's no paré de mirar ni un segundo al chico que me pidió la cuenta. No sé ni cómo se llama, pero la verdad es que era demasiado guapo, fue el que más me impactó fue él. Mientras limpiaba las mesas le miraba de reojo, y al ver que él también me seguía con la mirada, sonreía.

Fui a hablar con mi jefa y ella me dijo que sí, que podía irme ya, por haber echo ayer horas extras cuando mi amiga Alice estaba mala. Fui a la barra dónde ella estaba preparando un café.

-¿Que te a dicho? -me preguntó.

-Que le tráigase la cuenta... -agaché la cabeza- ¡y que si quería irme con ellos a dar una vuelta! -salté dando palmadas pero lo hice sin que nadie se enterase.

-¿En serio? -se sorprendió.

-Sí, es muy mono... -miré a la mesa y lo miré a él- y se nota que es travieso -sonreí.

-Por lo que se ve es tu tipo... -miró a dónde yo estaba mirando y rápidamente quitó la mirada.

-Creo que sí -reí.

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