martes, 12 de marzo de 2013

Capítulo 23.

Lorena.

El día pasó rápidamente. Paola me preguntaba que en dónde había estado toda la mañana, yo le contestaba que estaba con Niall y le preguntaba por que tanto interés pero ella cambiaba de tema. Todo estaba oscureciendo y las luces que colgaban de las tiendas se encendían haciendo que se iluminase todo.

-¿No os vais a bañar? -nos preguntó a todos la profesora de actividades, Sandra. Todos empezamos a murmullar- Pues venga, que ahora mismo empieza la fiesta, son las 20:00 y empieza a las 20:30.

-¿Tan tarde es? -dije mirando el cielo, ya era de noche.

-¡Venga vamos, a bañarse todo el mundo! -dijo Sandra dando palmadas haciendo que todos nos levantásemos.

Entré con Paola a la tienda. Fui hacia el armario y cogí la ropa que elegí aquella vez que quedé con Cristina Brooks, Lucía y Paola. Pensaba en cómo sería la fiesta sin bebidas, ni música ni nada.

-¿Y si la fiesta es una mierda? -dije quedándome pensativa mientras miraba a Paola que cogía la ropa.

-Sé positiva -respondió esta cerrando el armario.

-Oye, que tu los primeros días te quejabas de todo porque no querías hacer las actividades y por eso tenías la excusa de grabar las cosas para tener recuerdos... -solté mientras cerraba mi armario.

-La gatita a sacado sus uñas -dijo Paola riéndose haciendo que yo riese.

-¿También vas a grabar lo que pase en la fiesta? -pregunté mientras salíamos de la tienda y nos dirigíamos a las duchas.

-¡Claro! tendré que grabar cómo Lucia se emborracha en la fiesta -dijo riendo.

-Cómo se va a emborrachar si no va a ver bebidas -suspiré y la miré.

-No empieces, no empieces -me advirtió señalándome con el dedo.

Cuando llegamos a las cabinas había montón de jaleo. Algunos esperaban a que salieran de las cabinas con los brazos cruzados o movían el pie con desesperación para entrar a la cabina. Miré todas las cabinas intentado ver a alguien que saliese para poder ir yo.

-

Después de esperar varios minutos vi cómo alguien salía de una cabina. Era una chica rubia alta con el pelo rizado. Le pedí a Paola que cogiese mi ropa, y que se esperase delante de la puerta de la cabina para cuando yo necesitase la ropa me la diese. Entré en la cabina me desnude, entré en la ducha y abrí el grifo. El agua empezó a caer sobre mi haciendo que me mojase. Sentí un alivio, me relajaba demasiado. De repente se me vino la imagen de esta mañana en el lago, fue todo tan ¿raro? no, esa no es la palabra.

 

David.

Salí de la cabina, sonriente y con la otra ropa que tenía puesta antes en las manos. Caminaba mirando a todos. Una mano agarró mi brazo haciendo que parase me giré, era la chica que estaba apuntada también en las clases de baile, Paola.

-David, ¿me podrías hacer una favor? -dijo desesperada mientras miraba algo fijamente.

-Dime.

-Sujeta esto -dijo dándome una ropa haciendo que me quedase extrañado- y espera a que una chica se asome por la puerta de la cabina y te diga que le des la ropa, pero no te muevas de aquí ¿vale? gracias, eres un amor -Y después de decir esto salió corriendo haciéndose paso entre la gente. Miré la ropa extrañado.

-Paola dame la ropa -me sorprendí al ver que una mano salía de la cabina con la puerta un poco abierta- ¿Paola? Tía dame la ropa ya, no estoy para juegos -me acerqué a la cabina poco a poco- ¿Paola? -al fin vi quien era. Era Lorena la otra chica de clase de baile que siempre estaba con Paola. Me quedé mirándola sorprendido, tenía el pelo mojado un poco seco a la vez, miré sus ojos azules y después miré sus labios. Reaccioné rápidamente cuando noté cómo alguien me daba en el hombro.

-Eh, toma me dijo Paola que te diese la ropa cuando hubieras acabado de ducharte -dije dándole la ropa.

-Gracias -sonrió, cogiendo la ropa.

-Bueno, adiós -sonreí y me fui.

 

Niall.

Caminaba sonriente pero esta vez no me giraba para ver a una chica ni tampoco le picaba el ojo a ninguna. Estaba contento recordando lo de esta mañana. En ese momento estaba deseando besarla. Miré atentamente, un chico alto con el pelo marrón del otro curso estaba parado delante de una cabina con una ropa en la mano, mientras más me iba acercando vi que la que estaba asomada detrás de la puerta era Lorena. Me enfadé al ver que ese chico estaba hablando con ella, cuando pasé por su lado le di con mi hombro en su hombro haciendo que reaccionase. ¿Qué se creía para estar mirándola así?

 

Lorena.

Cerré la puerta de la cabina y empecé a vestirme. Pensaba en cómo Paola podía haberle dejado mi ropa a David, para que él me la diese. Sentí vergüenza cuando me vio. Asome la cabeza para ver quién era porque estaba desnuda. ¿Lo habría notado? seguro que sí, por cómo se quedo pensativo. Dios, a Paola yo la mato.

Salí de la cabina cuando terminé de amarrarme los cordones de las converses. Me dirige hacia la tienda. Me tenía que maquillar, y peinarme. Entré y vi cómo Paola se pintaba mirándose a un pequeño espejo.

-¡Cómo se te ocurrió dejarle la ropa a David! -dije- ¡Me morí de vergüenza!

-No querrás saber porque se la deje a David -respondió- sería muy asqueroso.

-Vale, no me digas nada ya me lo imagino -hice una arcada en tipo broma y después me reí junto con Paola que se reía.

-¿Te vas a pintar? -preguntó mientras me señalaba el bote de rímel que tenía sujetada con la mano derecha.

-Sí, pero solo rímel y la raya del ojo -respondí cogiéndolo y poniéndome en frente del espejo- no soy de pintarme mucho.

-Ni yo -vi cómo Paola se sentaba en la cama sonriente

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