martes, 12 de marzo de 2013

Capítulo 29.

Niall.

Notaba que alguien me movía con el brazo de una lado al otro haciendo que me desvelase por completo. No abrí los ojos por la claridad que seguramente había en la habitación, mi hermano Greg decía una y otra vez mi nombre.

-¿Que quieres? -dije con voz dormilona.

-¿Que, que quiero? -dijo irónico- que te levantes de una vez, tienes que ir al instituto y encima faltaste a primera hora.

-¿Falte a primera? -abrí por fin los ojos.

-Sí, venga levántate -me obligó.

-¿Para que voy a ir a segunda? ¡es de tontos! -volví a cerrar los ojos.

-Te la estas jugando ¿quieres que te eche agua fría? aun te la debo... -cuando dijo eso abrí viendo los ojos, yo le había tirado agua fría a mi hermano unos meses atrás, y ahora mismo no quería ni muchos el agua fría.

-Vale, vale -dije convincente- ya voy.

-Yo me voy a la universidad... hazte tu el desayuno -dijo antes de salir de mi habitación.

-Joder -susurré sentándome en el borde de la cama mientras me tocaba el pelo.

Me levanté con mala gana. Ayer estuve hasta las 3:00 de la madrugada despierto sin poder dormir, mi cabeza pensaba una y otra vez: ¿pero que te esta pasando? tu no eres ese Niall, que se acuesta con cada chica que ve con buen físico... Terminé de prepararme y bajé a desayunar. Mi hermano ya se había ido estaba totalmente solo. Calenté un poco de leche, después le eche Cola-cao y me la tomé sentado, pensado.

 

Lorena.

Jugaba con el lápiz, esperando a que la sirena sonara. Miré mi reloj, quedaba nada más que 6 segundos. 5, 4, 3, 2, 1... ¡Por fin! Guardé el lápiz, el bolígrafo en el estuche y lo guardé en la maleta al igual que los libros. Me levanté de la silla cómo todos los demás y salí de clase hablando con Lucia ya que Cristina Brooks y Paola se quedaron hablando con la profesora.

-Voy a mi taquilla después nos vemos en clase de física y química -sonreí.

-Vale, hasta ahora -sonrió Lucia y después se fue.

-

Entré a clase sonriente, con los libros de la asignatura en los brazos. Fui a mi sitio, en esta clase me tenía que sentar con Niall, tendría que hacer yo sola hoy lo de la clase. La profesora entró en la clase, cerró la puerta y fue hacia su mesa.

-Buenos días, chicos -dijo- hoy trabajaremos con los químicos... -la puerta se abrió haciendo que la interrumpiese, era Niall sonreí al verle- señorito Horan, han pasando 2 minutos y ya tendría que estar aquí.

-2 minutos son 2 minutos -le empezó a vacilar haciendo que algunos riesen.

-Póngase con su compañero o compañera -dijo señalando la profesora a la clase.

-Claro... -le contestó viniendo hacia mí, le miraba sonriendo.

-Bueno, cómo iba diciendo hoy trabajaremos con químicos, póngase las batas y las gafas que tienes debajo de sus mesas y empezaremos.

-

Las dos clases pasaron volando, la sirena sonó. Tocaba recreo por fin. Dejé la bata y las gafas debajo de la mesa guardado en una caja, y salí de clase. Había estado hablando con Niall toda la hora en voz baja, riéndonos y mirando a Louis que se hacia un lio con los químicos mientras Lucia se quejaba porque no lo hacia bien. La segunda hora me encantó, se me pasó rápidamente.

Cerré la taquilla y me coloqué la maleta en el hombro derecho dejándolo colgado. Antes Cristina me dijo que estarían en la cancha de baloncesto, que pasara por allí cuando terminara de colocar las cosas en la taquilla. Fui hacia las canchas sonriente, mirando a todo el mundo que pasaba por mi lado, entré en la cancha de baloncesto y allí los vi a todos, las chicas miraban el partido mientras hablaban, Paola jugaba con los chicos riéndose. Fui hacia ellas y dejé la maleta a un lado.

-¿Puedo jugar? -pregunté bajando las pequeñas gradas.

-Claro -respondió Louis sonriente.

-Pasa -le pedí a Paola, esta tenía la pelota en las manos- ¿Qué que equipo soy? -sonreí mientras rebotaba la pelota.

-Del equipo mío y de Louis -contestó Zayn.

-¿Empezamos? -dijo Paola.

-

Toda la hora del recreo la pase jugando al baloncesto. Los que ganaron fueron los del otro equipo. Niall, Paola y Liam. La sirena sonó haciendo que dejásemos de jugar, cogí mi maleta y me la colgué en los hombros, mientras caminaba con los demás agitaba las manos en el aire, para darme fresco en la cara, tenía demasiado calor y encima hacia frío afuera.

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