Lorena.
Miré el reloj de la cocina. Las 7:35. Dejé el vaso de leche en el fregadero. El timbre sonó, fui hacia la puerta y abrí. Era Paola. '¿Vamos?' dijo 'Claro'. Me coloqué la mochila en el hombro izquierdo y salí de casa. '¡Adiós!' grité antes de cerrar la puerta. Empezamos a caminar.
-¿Ayer que hiciste? -preguntó.
-Salí a dar una vuelta -contesté sonriendo- ¿y tu?
-También, fui a dar una vuelta con Zayn por el parque -sonrió.
-¿Sí? anda... -reí- oye, ¿a ti te gusta? -pregunté no muy segura.
-Que si me gusta... -se quedó pensativa- si, pero no se lo digas a nadie.
-¿Y porque no se lo dices?
-Porque tengo miedo de perderlo cómo amigo, hemos estado juntos desde el primer instante que entré en el instituto.
-Pero, ¿por qué piensas en negativo? ¿y si el te dice que le gustas también?
-Lorena, ¿crees que no lo e pensado? e pensado desde hace cinco años atrás hasta hoy.
-¿Y cuando se lo vas a decir? -pregunté.
-¡Hola chicas¡ -aparecieron Cristina y Lucía.
-¿De que habláis? -preguntó Lucía.
-Del examen del próximo lunes -respondí- ¿habéis empezado a estudiar?
-Sí -me respondieron todas.
Entramos al instituto sonriendo. La gente se movía en indicaciones contrarias, unos a la izquierda y otros a la derecha. Al principio era agobiante pero ya no. Entramos a clase y nos sentamos cada una en su sitio. Un profesor apareció por la puerta de la clase. '¿Quién es ese?' me preguntó Paola mientras sacaba el libro de Matemáticas.
-Buenos días, chicos -dijo el profesor poniendo su maleta encima de la mesa- soy vuestro nuevo profesor de Matemáticas por algún tiempo, la Señorita Lidia esta de baja.
Todos empezamos a murmllar y el profesor hiso que nos calláramos dando un golpe en la mesa. Abrí bastante los ojos cuando lo hiso, nunca había visto desde que estoy aquí a ningún profesor o profesora que diese un golpe en la mesa. Antes en mi anterior instituto sí, a diario. Las dos primeras horas se me hicieron eternas, ahora tocaba Literatura. Saqué el libro y la libreta de la maleta, y los puse encima de la mesa. Pensaba otra vez en él, en lo de ayer, en Nando's estaba tan mono...
-Señorita García -el profesor me sacó de mis pensamientos.
-¿Sí?
-Vaya a la clase de Bachillerato B y le pregunta a la profesora que esté con ellos en la clase que le de un paquete de folios.
-Vale.
Arrastré la silla hasta atrás. Me levanté, recorrí la clase, abrí la puerta y salí. Caminaba mirando los letreros que tenía encima de la puerta. Vi el letrero de Bachillerato B y el número 302. Toqué y rápidamente se oyó 'Adelante'. Abrí la puerta, entré a clase y la volví a cerrar a mis espaldas. Notaba cómo todas las miradas se clavaban en mí. Fui hasta la mesa de la profesora.
-¿Que quiere? -me preguntó.
-Me a dicho Diego el profesor de Literatura de la clase Bachillerato C -respiré- que me diese usted un paquete de folios.
-Si claro, espera -miró a la clase, yo también lo hice pero quité la mirada rápido- haced las actividades: 8, 9 de la página 105. Lo quiero para ahora mismo -me miró otra vez- voy contigo a la clase, tengo que decirle algo a Diego -sonrió.
David.
Tocaba Matemáticas. Entré en clase junto con Jake a clase. Me senté en mi sitio, en esta clase también me tocaba con Jake al lado. La profesora apareció por la puerta y empezamos la clase. Cuando ya había pasado unos treinta minutos, se oyó cómo alguien tocaba en la puerta. La profesora dijo que pasase y la puerta se abrió. Era ella, Lorena. No la había visto desde el campamento y eso que estamos en el mismo instituto. La profesora y ella empezaron a hablar, no le quitaba el ojo de encima, estaba increíble.
Paola.
'¿Pero porqué no se lo dices?', 'Pero, ¿Por qué piensas en negativo?¿y si a él le gustas también?', '¿Cuando se lo vas a decir?'. Lo que me dijo Lorena por el camino al instituto rondaba por mi cabeza. Es verdad, ¿Por qué no se lo digo? ¿Por qué pienso en negativo? ¿Cuándo se lo diré? nunca había pensado en eso, solo tenía esperanzas de que él lo supiese por él mismo o que se entere de alguien, pero nunca pasará eso, no se enterará nunca.
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