martes, 2 de abril de 2013

Capitulo 41.

Niall.
Después de dejar a Lorena en su casa me puse en camino a la mía. La verdad es que no estaba muy lejos si no cuatro calles más. Por las calles habían parejas, grupo de amigas, niños pequeños jugando al pilla, pilla. Reí al verlos, me recordaban a Lorena y yo jugando esta misma tarde en el parque.


Llegué a casa, metí la llave en la cerradura y abrí la puerta. La casa estaba oscura, mi hermano seguramente se fue a dar una vuelta por ahí con sus amigos. Cerré la puerta a mis espaldas y encendí las luces. Fui a la cocina mientras silbaba la cación de Chris Brown-Turn up the music. Abrí la nevera, cogí un yogurth de coco y la cerré de golpe. En la puerta de la nevera había una nota, la cogi y empezé a leer: "Niall, te e llamado cómo unas cinco veces no sé porque no cogias el móvil. Bueno, te iba a decir que me voy al apartamento de Christian a pasar el sábado y el domingo regresaré tarde. Adiós, Greg." Eso significaba que tenía el apartamento para mi solo, tengo una idea. Sonreí y tiré la nota a la basura.


Paola.
Salimos del cine riendonos. Habíamos llenado todo el suelo de palomitas, gracias que no había ningún hombre de seguridad que vigilan siempre la sala. Todavía no me creía lo que pasó antes, le besé. Mi cara esbozó una sonrisa inmediatamente. Cuanto había esperado ese momento tan mágico para mi.

-Gracias que solo hay dos personas -dijo Zayn sacandome de mis pensamientos.

-Sí -sonreí mirando hacia delante- ¿Que vas a pedir?

-No tengo mucha hambre -contestó sonriente poniendo sus manos dentro de los bolsillos del pantalón- ¿y tú?

-Tampoco tengo mucha hambre, pero pediré alguna bebida o algo.

Después de pedir las cosas nos sentamos en la terraza. Hablabamos de cualquier cosa, tenía ganas de preguntarle porque me beso ¿sentirá algo por mi? Bebí un poco de Coca-Cola y apoyé mi codo encima de la mesa. Era y es precioso, me estoy poniendo roja seguramente. Pasamos unos cuantos minutos sacando cualquier tema hasta que decidimos irnos a casa. Me levanté, cogí la botella de Coca-Cola y la guardé en mi bolso. Nos dirigimos a las escaleras mecánicas que te llevaban hacia el parking. Bajamos y fuimos hacia la moto.


Lorena.
Me tiré a la cama sonriente. Estoy contenta, me lo he pasado genial esta tarde. Parecíamos niños pequeños jugando. Nada más recordarlo me pongo roja. Me senté en la cama y me puse las manos en la cara, me estaba volviendo loca o digo enamorada. La puerta se abrió. Era mi hermana, corrió hacia mi y se puso a saltar encima de la cama. Reí al verla y me puse hacer lo mismo.

Al día siguiente me desperté a las 11:09 de la mañana, ayer me dormí tardisimo. Desayuné en la cocina sola, me hice unas tostadas con mantequilla y un zumo de naranja. Mi madre se fue con mi hermana a dar una vuelta. Cuando terminé puse el plato y el vaso en el fregadero, subí a mi habitación sonriente. Cerré la puerta a mis espaldas y me puse delante del espejo. . El telefóno empezó a sonar, salí de mi habitación corriendo y bajé las escaleras. Llegué rápidamente al salón y cogí el telefóno que esta encima de la mesa.


Paola.
Abrí los ojos haciendo que toda la claridad de la habitación me molestase. Me quité las sábanas de encima y me levanté. Me dirige hacia la ventana y la abrí. La gente iba de una lado al otro. Respiré hondo y cerré los ojos. Las imagenes de ayer me vienen a la mente rápidamente. Zayn y yo en el cine sus labios se acercaban más a los míos...

-Paola -la voz de mi padre me interrumpió. Me voltee- tienes el desayuno abajo, voy a salir pienso tomarme un descanso.

-Vale... -dije extrañada.

Me volví a girar para asomarme otra vez. ¿Mi padre saliendo a la calle sin ser el trabajo? ¿Me ha echo el desayuno? Este día va hacer muy raro creo yo...

Bajé las escaleras tranquilamente ya que estoy dormida y me dirige a la cocina. Desayuné mientras pensaba en mis cosas. ¿Porque no se lo dije? soy una tonta. Recogí las cosas y fui a mi habitación. Dejé la puerta abierta y me senté en la cama aun dormida. Miré el reloj de la mesita de noche, eran las 10:58 de la mañana. Seguramente Lorena seguía durmiendo... se cómo es ella. Tengo ganas de llamarla y contarle todo lo que pasó ayer. Me tumbé otra vez en la cama boca arriba mirando el blanco techo que tenía encima de mi.

Esperé a que se hicieran las 11:10 para llamar a Lorena. Los minutos fueron eternos, me levantaba de la cama y me ponía a caminar por la habitación. Miré el reloj. Ya eran las 11:11. Cogí el telefóno de mi habitación y marqué el número de la casa de Lorena. Al tercer intento lo cogió. Le conté poco a poco lo que pasó ayer, espero de que se enterase de algo cómo tiene voz de dormida.

-¿Y no se lo dijiste? -preguntó.

-No -contesté.

-¿Pero porque? si te besó fue por algo -me quedé pensativa. Hubo un silencio- no creo que Zayn sea de esos, que se besa con las tías por la cara...

-No, no es ese tipo de chico -suspiré- es que tengo miedo.

-¿Miedo de que Paola? -le iba a contestar pero no me dejó- ya se, no quieres estropear vuestra amistad. Pero a veces hay que apostar todo.

-Gracias por deprimirme -dije con ironía.

-Lo que te estoy diciendo no significa que te quiera deprimir porque es verdad -el ruido de una puerta abriendose se escuchó detrás del telefóno- me tengo que ir, después hablamos ¿vale?

-Vale...


Lorena.
El día se me pasó volando. Por el mediodía después de comer vi una pelicula animada con mi hermana acostadas en el sofá. Por la tarde salí a comprar un poco de ropa por las tiendas de Londres sola. Llegué a casa a las 20:47. Subí a mi cuarto con las cuatro bolsas más o menos llenas de ropa. Cerré la puerta y las bolsas las dejé a un ricón de la habitación. Me quité las zapatillas dejandome descalza. Abrí el armario de par en par y cogí un pijama corto, ya empezaba a hacer calor regularmente. Dejé la ropa a un lado y me puse el pijama, cogí un peine del baño y me peine. Recogí la ropa sucia. Cuando terminé de hacer todo me senté en la cama apoyando la espalda en la cabezera con las piernas encogidas. Suspiré miré el reloj, ya eran las 21:15. ¿Que puedo hacer? La melodía del móvil empezó a sonar sacandome de mis pensamientos, estiré la mano hacia la mesita de noche dónde esta el móvil y lo cogí. Era Niall, sonreí me mordí el labio y contesté.

-¿Sí? -pregunté sonriente. Espero que no se me notase entusiasmada.

-Hola -contestó riendo- ¿te puedes asomar un momento por la ventana de tu habitación?

-¿Para que?

Pregunté levantandome de la cama y dirigiendome a la ventana. La abrí de par en par y me asomé, allí esta él sonriendo con el móvil todavía en la oreja. Sonreí apartando un poco el móvil de la oreja, Niall señaló el móvil haciendo que me lo pegase otra vez a la oreja.

-¿Que haces aquí? ¿estas loco? -susurré por telefóno. Sabía que me estaba escuchando perfectamente.

-¿Te vienes? -preguntó dejandome extrañada.

-¿A dónde? -me mordí el labio soltando una pequeña carcajada.

-A mi casa, mi hermano se fué hasta mañana no vuelve -me guiñó un ojo. Reí- no es para eso... -rió.

-Creído -Me gire para ver el reloj- son las nueve y veinticinco mi madre no me dejará salir.

-¿Y quién ha dicho que te vea?

-Haber... dime cómo bajo de aquí -me giré para verle. Levanté una ceja.

-Es muy fácil, simplemente bajas por el tubo ese que esta clavado a la fachada -señaló. Me asomé y lo vi.

-No, yo no puedo -protesté todavía mirando el tubo.

-¿Tienes miedo?

-¿Me estás diciendo miedica? -pregunté. Me esta poniendo a prueba.

-Sí, claramente.

-Ya bajo -dije finalmente y colgué.

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