lunes, 29 de abril de 2013

Capítulo 47

Lucía.
Entramos a clase, allí estaba nuestra tutora cómo siempre; sentada encima de la mesa con una sonrisa en la cara, mirando cómo entrabámos a clase. 'Chicos, vayan sentandose' dijo en voz alta. Todos nos sentamos y nos quedamos en silencio.

-Vale, empezamos -interrumpió el silencio- cómo sabéis ya queda poco para el baile de primavera... y algunos ya me habéis preguntado si se podía traer a alguien que no sea del instituto, y sí se puede -miré ha Louis, que esbozó una sonrisa- también a las chicas que me váis a ayudar a hacer los preparativos del baile quiero que mañana por la mañana estéis conmigo hasta las 14:00, vamos a ir a comprar y a planificar la cosas -sonrió. Miré a Lorena, Cristina y a Paola con cara de: "¡Nos saltamos las clases!"- no hace falta que tragáis dinero, todas las cosas que compremos las cubrirá el instituto. Paola, ¿cómo van los videos?
-Bien, quedan menos -contestó Paola haciendo un menchón de su pelo hacia atrás- unos ocho por ahí.


Lorena.
Al sonar la sirena, todos salimos del instituto después de guardar las cosas en la taquilla. Ahora me estaba despidiendo de los chicos, cada uno con un abrazo.

-¿Porqué no podemos ir nosotros? -preguntó Liam mientras abrazaba a Cristina, pengandola a él y ella con su cabeza apoyada en el pecho de Liam.
-Es una sorpresa -le contestó Cristina mirandole a los ojos- no quiero que me veas con el traje puesto.
-Seguro que estarás preciosa... -Liam le dió un corto beso, pero muy dulce en los labios.
-Oh... -dijimos los demás mirandoles, pero acabamos riendonos.
-Louis, ¿vas a invitar a Eleanor a el baile? -pregunté. Louis asintió con la cabeza- dile que venga con nosotras, y así vamos juntas a comprar el traje.
-Se lo diré. Le daré tú número y te lo dirá ella -sonrió- gracias chicas, ya sabéis que Eleanor es un poco tímida.
-De nada, Louis -dijimos las cuatro.
-¡Venga vamos, tengo hambre! -gritó Lucía desesperada, había estado desde que salimos diciendo que estaba hambrienta.
-¡Eh! relajate primero -le dijo Cristina- te quiero -tras sus palabras le dió un beso a Liam dejandolos a los dos con una sonrisa en la cara.

Todos nos despedimos con un adiós, y con la mano. Caminamos directas a la casa de Lucía y Cristina, después seguiríamos Paola y yo hasta mi casa, y finalmente Paola seguiría sola hacia su casa. Ya llegadas a la casa de Cristina y Lucía, nos quedamos hablando un poco con ellas. '¿Os queréis quedar a comer? , aunque esté mi primo' nos invitó Cristina abriendo la puerta con las llaves. 'Abre ya' le obligó Lucía. 'No mes estreses' se enfadó Cristina. Paola y yo nos miramos, pero no queríamos estallar a carcajadas asique nos dejamos de mirar. '¿Queréis o no?' preguntó Cristina, abriendo la puerta. Lucía entró desesperada y se dirigió a la cocina; 'Aquí hay una nota, es de mamá. Dice: "Cris, Lucía hoy no vendrá a comer vuestro primo ya que le dije a tía Mireya que no podía cuidar de él porqué tengo trabajo, asique, tenéis la casa sola para ustedes toda la tarde, haceros una pizza en el horno y ya estaréis almorzadas. Así, el dinero del vestido que os váis a comprar lo tenéis en el cajón del salón. Hagan los deberes por favor y no discutáis. Os quiero, mamá".

-Si me quedo... tendré que llamar a mi madre -dije.
-Igual que yo -me miró Paola- es decir a mi padre.
-Entonces... ¿os quedáis? -dijo Cristina, mirandonos a las dos. Yo y Paola nos dirigimos una mirada y después miremos a Cristina.
-Sí -dijimos a la vez.
-Pasad -dijo Cristina dejandonos pasar a las dos- dejad las malestas en el suelo, o en alguna parte. Lucía, ¿ya pusistes a calentar el horno?
-Claro -contestó Lucía desde la cocina.


Eleanor.
Salí junto con Alice, la acompañé a casa, nos despedimos con un abrazo y me dirige a mi casa. Por el camino, miraba el reloj unas tres veces cada minuto. Seguramente, Louis ya había salido del instituto. Hace tres días atrás, el me pidió que fuese con él a el baile de primavera pero le dije que se lo preguntara a su tutora por si acaso no me dejasen entrar al instituto. Cuanto me gustaría seguir en el instituto, seguro que estarían preparando las cosas del baile de primavera pero me quité del instituto para empezar a trabajar en Nando's. Metí la llave en la cerradura y abrí la puerta, la cerré a mis espaldas, me dirige al salón y me senté dejando la bolsa del trabajo en el suelo.

El telefóno empezó a sonar haciendo que descolgase inmediatamente. Al saber que era Louis, una sonrisa apareció en mi cara. Louis me dijo que si quería ir con las chicas a comprarnos el vestido para el baile, yo le contesté que me encantaría y el me dió el telefóno de Lorena, Lucía, Paola y Cristina. Lo apunté en un papel que tenía cerca, me despedí de Louis y colgué. Miré el papel, el primer número era el de Lorena asique decidí llamarla a ella.


Lorena.
-Necesito ayuda -me dijo Lucía abriendo el horno.
-¿No sabes sacar la pizza del horno? -pregunté sorprendida. Lucía me miró con cara de asesina haciendo que me riese- vale, te ayudo. ¿Dónde están los guantes?
-Allí, en la encimera -señaló.

Fui hasta allí, me los puse y me acerqué al horno. Lucía se apartó. Me puse de cuclillas, y agarré con cuidado la bandeja del horno que tenía la pizza. Cerré el horno con la rodilla y puse la bandeja encima de la encimera. 'Ahora, hay que dejar que se enfríe' murmuré quitandome los guantes. 'Lorena, toma' me dijo Paola dandome el telefóno. Salí de la cocina y me dirige al salón, me quedé quieta delante del televisor. Marqué el número y cuando iba a dar a llamar el móvil empezó a sonar. Dejé el telefóno encima de la mesa, y me saqué del bolsillo el móvil. Descolgué.

-¿Si? -pregunté sin saber quién era.
-Lorena, soy Eleanor -contestó. Seguramente Louis le había dado mi número- Louis me dio tu número y me preguntó que si quería ir con ustedes a comprarnos el vestido para el baile yo le contesté que sí.
-¿Te vienes? -pregunté sonriendo.
-Sí, claro -soltó una carcajada tímida- ¿cómo hacemos para quedar...?
-Nosotras las cuatro, estamos en casa de Lucía y Cristina. Tú te podrías venir por aquí y salimos las cuatro juntas -propuse- ¿te sabes la dirección de la casa?
-Que va, Louis me dio sólo vuestros números y decidí llamarte a ti ¿me la podrías dar tú?
-Claro, espera -dije.

Le pregunté la dirección a Cristina que estaba en la cocina con las chicas y me la dijo. Se lo trasmití a Eleanor y le dije que la esperabámos. Me despedí y colgué. Eleanor es demasiado tímida pero una vez que hablemos con ella se le quitará, eso antes me pasaba a mí, pero se me quitó cuando cumplí los trece.

Después de comer, recogímos todo y nos fuimos a hacer los deberes. Los hicimos en el salón, mientras hablabámos de cualquier cosa, cómo; que nos gustaría cómo fuese la decoración para la fiesta. Todas tuvimos una idea, y era demasiado parecida. '¿A que hora viene Eleanor, entonces?' preguntó Paola dejando de escribir para mirarme. 'A las 16:00, son las 15:22. Nos dará tiempo si nos damos prisa' contesté.
Terminamos de hacer los deberes, recogí mis libros y los guardé en la mochila. 'Si queréis podéis dejar las mochilas aquí y después de comprar las cogéis' dijo Cristina desde el piso de arriba. 'Vale' contestemos Paola y yo. Se hiso las 16:00, y justamente el timbre de la casa sonó. 'Voy yo' dijo Lucía.


Eleanor.
Llegué a la casa de Lucía y me quedé parada en frente de la puerta. Toqué y oí a la voz de Lucía diciendo: 'Voy yo'. Me hice el pelo para a un lado y la puerta se abrió rápidamente. Saludé a Lucía y me invitó a pasar. Saludé a las chicas con un abrazo, y me senté en el sofá ya que Cristina no encontraba su cartera para meter el dinero. '¡Ya lo tengo!' gritó desde su habitación.


Lorena.
Esperabámos Paola, Eleanor y yo en el sofá, mientras que Lucía ayudaba a Cristina a buscar su cartera. '¡Ya lo tengo!' gritó Cristina desde su habitación. Todas reímos al ver a Cristina y a Lucía bajando por las escaleras. Lucía tenía cara de enfadada, y Cristina sonriendo mientras miraba la cartera. '¿Vamos?' pregunté levantandome del sofá. 'Sí, ahora sí' dijo Cristina sonriente.
Salimos de la casa y nos dirigimos a la ciudad dónde había demasiadas tiendas. Caminabámos por la calle mirando cada escaparate, entramos primero a una tienda y nos probemos unos cuantos trajes. Yo me probé uno negro con la cola larga, me gustaba pero no para ir al baile de primavera. Salí del probador y posé delante de las chicas, que me miraban con la boca abierta.

-Es precioso -dijo Eleanor sorprendida- ¿te lo vas a llevar?
-Me gusta -me giré para mirarme en el espejo- pero... no lo veo.
-Entonces... ¿ninguna va a comprar nada? -preguntó Paola. Todas dijimos que no con la cabeza- bueno, cambiate y nos vamos a otra tienda.

Asentí con la cabeza y me metí otra vez en el probador. Cerré con las cortinas de color negro y me miré por última vez al espejo. Al final decidí no comprarmelo. Me lo quité y me cambié. Salí del probador y nos fuimos de la tienda. Entramos por lo menos en cinco tiendas más intentado encontrar nuestro vestido ideal, epro ninguno nos agradaba. Reíamos, hablabámos, nos contabámos cosas de la infancia pero yo no pronuncié nada de lo que pasé...
Eleanor ya no se mostraba tímida, es una chica risueña, divertida, tímida cuando conoce a la gente pero después nada. '¿En cuál entramos?' preguntó Eleanor mirando a su alrededor. 'La que está allí, creo que tiene bonitos vestidos. ¿Entramos o...?' dijo Cristina señalando la tienda. 'Sí vamos' dije yo.
Todas fuimos a la tienda, entramos y vimos un montón de vestidos de colores llamativos con estampados de flores etc... Todas íbamos de un lado para otro cogiendo vestidos. Cogí unos cincos vestidos y me dirige a los probadores, dónde dijimos todas que quedabámos cuando ya habíamos elegido algunos vestidos. Llegué la cuarta, allí estaban sentadas en el gran sofá de color blanco sólo faltaba Cristina.

-¿Cuántos habéis cogidos? -pregunté mientras me sentaba con ellas.
-Cinco las tres ¿y tú? -contestó Eleanor.
-Cinco igual -sonreí y me senté junto con ellas.
-Ya estoy aquí -apareció Cristina con un gran par de vestidos.
-¿Sabes que no te puedes comprar toda la tienda? -dijo Lucía a su hermana con ironía.
-Lo sé, me lo probaré y el que me guste lo escojeré -sonrió Cristina- bueno, ¿quién es la primera?
-Tú -dijimos todas aún sorprendidas por la gran cantidad de vestidos que había cogido.
-Aunque vamos a tardar un año -dijo Paola con los ojos bien abiertos.
-Vale, me probaré cinco nada más -dijo Cristina poniendo los demás vestidos encima del sofá.

Cada una fue entrando al probador, yo dije de ser la última ya que no tardo tanto. Cristina eligió un vestido largo de palabra de honor color rosa palo. Paola eligió un vestido de palabra de honor, corto de color negro con estampados de flores de color blanco. Eleonor eligió un vestido largo de palabra de honor, de color amarillo haciendo que resaltase su larga melena ondulada. Lucía eligió un vestido de palabra de honor, largo la parte de arriba es de color azul y lo demás es de color blanco.
Entré en el probador otra vez, ya sólo me quedaba uno. Me lo puse, me miré en el espejo y me puse las manos en la cintura, mi cara esbozó una sonrisa. Arrastré las cortinas cada una para su lado, haciendome ver delante de la chicas. '¡Te queda perfecto!' dijo Eleanor. El vestido es corto, un poquito más por arriba de las rodillas, la parte de arriba es de color negro con estampados de colores dulces y la parte de abajo color rosa palo, sólo me faltaba los tacones. Me giré otra vez para verme en el espejo y me dije: 'Me encanta'.

lunes, 22 de abril de 2013

Capítulo 46.

Niall.
Al final la gran urgencia de mi hermano era que se le había quemado el horno porqué se estaba haciendo una pizza. Le ayudé a limpiar el horno cuando ya estaba frío, olía demasiado a quemado. Terminé de ayudarle subí a mi cuarto. Me senté en la cama pegando mi espalda contra la pared azul marino. Me imaginaba una y otra vez a Lorena con el chico ese dejandome por un momento pensando: "No lo puedo creer".

-¡Niall! -el grito de mi hermano hiso que me sacara de mis pensamientos.
-¿Qué? -respondí con el mismo tono de voz.
-Es la tercera vez que te llamo. ¿Quieres cenar ya? -preguntó.
-Sí, pero si la pizza esta quemada no quiero -solté una carcajada.
-Que gracioso... casi incendio la casa y te ríes -dijo mi hermano con ironía.

Lorena.
Contemplaba con una sonrisa Londres desde mi ventana. Me dió un pequeño escalofrío al notar el aire frío de la calle. La puerta de mi habitación se abrió, haciendome voltear. Era mi hermana pequeña sonriente. 'Pasa' le dije sonriente. Elena se acercó a mi y la cogí en brazos.

-¿Que haces? -preguntó mirando por la ventana.
-Viendo Londres -contesté mirandola- ves allí -señalé mirando la ventana- ese es el Bing Ben -sonreí.
-Que bonito -sonrió.
-Lo sé -le di un pequeño beso en su pequeña mejilla- ¿y tú no deberías estar durmiendo?
-Vine a darte las buenas noches  -la bajé dejandola en el suelo- hasta mañana -me agaché y me dió un beso en la mejilla, fue hasta la puerta y cuando iba a salir la interrumpí.
-Buenas noches -dije antes de que cerrara la puerta.

Miré por última vez por la ventana, sonreí y la cerré. Tapé la ventana con las cortinas y me dirige hacia la cama. Me metí y me tapé con la manta. Antes de quedarme dormida, pensé en todo lo que me ha pasado cuando he llegado a Londres; he conocido a más gente y a Niall. Sonreí cómo una tonta al pensar en él, su silueta, su sonrisa, sus ojos, su... todo de él me encanta. Apagué la luz de la mesa de noche y al poco rato me quedé dormida.

Al día siguiente me levanté unos minutos más temprano para darme una pequeña ducha. Salí y me envolví el cuerpo en una toalla rosa, me puse delante del espejo y me solté el moño. Me peiné dejandome el pelo liso, salí del baño, me cambié y bajé abajo para desayunar. Mi madre tenía una tostada en la mano y empezó a juntarle mermelada, mientras que mi hermana se tomaba la leche aún media dormida haciendome reír. 'El móvil lo dejé yo por aquí' murmuré buscando por la encimera de la cocina. 'Está en el salón, en el mueble que esta encima de la televisión' me dijo mi madre señalando al salón. Entré en el salón, cogí el móvil, lo encendí y vi que tenía un mensaje. Lo abrí. Es de Paola; <<Lore, mañana iré un poco temprano a tu casa. Hasta mañana. Te quiero demasiado xx>> Puse en silencio el móvil y lo bloqueé.

Después de desayunar, vino Paola y nos dirigimos al instituto. Cuando llegamos, entramos a clase y nos sentamos cada una en su sitio. Las tres primeras horas se me pasaron volando, el recreo se me hiso demasiado corto ya que estaba demasiado entretenida hablando con las chicas. La sirena sonó y todos nos levantamos del banco que estamos sentados.

-¿Ahora que toca? -preguntó Niall.
-Matemáticas -contesté mirandolo sonriente, él me devolvió la sonrisa- voy a mi taquilla a coger los libros.
-Vale -dijeron todos mientras entrabámos adentro del instituto.

Me colgué la mochila en mi hombro derecho y me dirige a mi taquilla mirando a la gente que iba de un lado para el otro por el pasillo. Llegué, abrí la taquilla, cogí los libros que necesito ahora y metí los libros que no me marcaron deberes ya que los terminé en clase para tener la tarde libre. Cerré la taquilla y por sorpresa me encontré con David.

-Hola -dijimos los dos a la vez sonrientes.
-Oye, pensé en que después de salir de clase de Hip-Hop te podría acompañar a tu casa -me propuso sonriente David.
-No, hoy no puedo. Voy a ir a comprarme el vestido del baile de primavera -sonreí.
-Ah, bueno -sonrió- me voy que ya va a sonar la sirena, adiós -se despidió y corrió por el pasillo intentando llegar a su clase.

Vi cómo se mezclaba entre la gente y me fui a mi clase. Miré por el espejo que hay en la puerta de clase, para saber si el profesor ya estaba. Sí, esta. Abrí la puerta y entré, le sonreí al profesor cuando pasé delante de él y me senté en mi sitio. Saqué el material y lo puse encima de la mesa. En casi toda la clase, Niall y yo no paramos de mirarnos con disimulo haciendo que una sonrisa apareciera en mi cara. La clase terminó, recogí las cosas y cuando ya iba a salir de clase junto con todos el profesor me llamó. Todos se fueron quedando el profesor y yo solos.

-¿Que quiere Sr. Williams? -pregunté.
-Me gustaría, que prestaras un pisco de atención en la clase de Matemáticas. Sé que eres una alumna demasiado buena, pero quiero que te concentres en la clase no en el Srito. Horan -sonrió comprensivo- asique... ya sabes para la próxima.
-Sí, claro -dije un poco cortada- ¿me puedo ir o...?
-Sí, si -sonrió.

Salí de clase y cerré la puerta. No me puedo creer lo que he escuchado... ¡que vergüenza! Llegué a clase de Educación Física y me dirige al vestuario. Allí estaban las chicas hablando mientras se cambiaban. '¿De que hablastéis?' me preguntó Cristina atandose los cordones. 'Me he muerto de vergüenza en serio' contesté poniendome la camisa ajustada de gimnasia. '¿Porqué?' dijeron las tres con ganas de saber que pasó. ''Chicas, os estamos esperando salgan ya' la voz del profesor nos interrumpió haciendo que me vistiera rápidamente. 'Después os cuento' dije mientras saliamos las cuatro del vestuario y entramos al gimnasio.

-Bueno, vamos a empezar hoy caminando por toda la cancha para ejercitar las piernas un poco,
podéis hablar pero en bajo -explicó el profesor.

Toda la clase empezamos a hablar al sentido del reloj. Yo estaba en el medio de Lucía y de Niall caminando, y hablando de cualquier tema. Ya íbamos por la segunda vuelta y cuando ya íbamos a empezar con la tercera por mi sorpresa Niall paso su mano por mi hombro dejandola apoyada ahí, casi me pongo roja pero actué cómo si fuese una cosa normal. Miré hacia mi costado derecho y vi que Lisset me miraba de arriba a abajo con cara de asco, levanté una ceja cómo pregunta y ella quitó la mirada.

La clase terminó y todas las chicas fuimos al vestuario. Me empezé a cambiar, pensando en porqué Lisset me mira así, no le e echo nada y encima no e hablado con ella desde que ha llegado al instituto. Cristina, Paola y Lucía hablaban de cómo quieren el vestido para el baile de primavera. Yo no hablaba, pensaba en el porqué de esa pregunta...

-En que estará pensando... -dijo Paola haciendo que Cris y Lucía me mirasen.
-¿Eh? -dije sin entender nada.
-Nada. ¿Nos vas a decir qué te dijo el profesor? -dijo Lucía, dejandose el pelo suelto.
-Me dijo; "Me gustaría, que prestaras un pisco de atención en la clase de Matemáticas. Sé que eres una alumna demasiado buena, pero quiero que te concentres en la clase no en el Srito. Horan" -respondí. Ellas se sorprendieron, y soltaron que alguna carcajada- me morí nada más al escucharlo...
-Pero, ¿a ti te gusta Niall? -preguntó Cris guardando la ropa de gimnasia en la mochila.
-No hay más que verlo Cris... -dijeron Lucía y Paola juntas.
-Sí -dije seriamente- me gusta su forma de ser, aunque antes creía que era un creído... siempre me hace reír. Me encanta estar con él, o cuando estoy a solas...
-¿Ya habéis quedado? -dijo Lucía.
-¿Besado...? -dijo Cristina.
-Sí hemos quedado -miré a Cristina y sonreí. Cristina soltó un grito ahogado haciendo que riese.
-No me lo puedo creer... Lorena y Niall saliendo -dijo Cristina con alegría.
-No estamos saliendo -dije inmediatamente- que quede claro.
-Pero te gustaría... -rió Paola. Reí al oírla.
-Es que yo no me beso con cualquiera ¿Sabéis? -dije claramente.
-Sólo te digo una cosa. Yo no confiaría en Niall, hasta que no te muestres tus sentimientos... puede jugar contigo, digo yo... -dijo Lucía.
-No creo... -dije segura. Hubo un silencio incómodo hasta que decidí hablar- ¿os apetecería quedaros en mi casa a comer? -pregunté cambiando de tema.
-Nosotras no podemos, nuestro primo pequeño viene a comer hoy a nuestra casa y seguro que nuestra madre no nos dejará. Pero cómo a la tarde se va si podemos ir a lo de comprar el vestido -dijo Lucía, refiriendose a Cristina y a ella.
-¿Y tú? -pregunté a Paola.
-Vale, tendré que llamar a mi padre seguramente me deja -sonrió, y le devolví la sonrisa.

Ya cambiadas todas, guardamos la ropa de gimnasia en el bolso de siempre con nuestro nombre grabado en una esquina del bolso azul marino, nos lo colgamos del los hombros y salimos del vestuario junto las demás. Los chicos nos esperaban en la puerta de salida del gimnasio, mi mirada se clavó en la de Niall haciendo que él me guiñase el ojo, solté una pequeña carcajada poniendo los ojos en blanco sin que nadie se diese cuenta. Nos reunimos con ellos y fuimos a clase, era la última hora y toca Tutoría seguramente vamos a hablar del baile de primavera.

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Chicas, lo siento demasiado... he tardado más de lo que creía  y por eso e echo este gran capítulo para vosotras, porqué os lo meréceis con todo mi corazón. No tenía inspiración, y me volvió de repente con ganas de seguir escribiendo. Cuando vi el gran número de visitas me dije: '¡No me lo puedo creer!' Sois las mejores. Espero que os guste el capítulo<3

jueves, 11 de abril de 2013

Capítulo 45.

David.
Entré al vestuario de chicos. Abrí mi mochila, cogí la ropa limpia y me cambié. Cuando ya terminé de cambiarme me puse la mochila en mi hombro izquierdo y salí del vestuario. Antes de salir saqué los cascos y el móvil. Mientras caminaba con la cabeza bajada encendiendo el móvil y poniendome los cascos. Sin querer me choqué con alguien, levanté la mirada y vi que Lorena se iba a caer hacia atrás, la cogí por los brazos para ayudarla.
-¿Estás bien? -le pregunté preocupado. Lorena se miraba los codos por si acaso que se hubiera dado.
-Sí -contestó. Me miró y sonrió.
-Lo siento, es que estaba poniendome los ca...
-No, no pasa nada en serio -me interrumpió. Respiré hondo aliviado- no te preocupes -puso su mano derecha en mi hombro izquierdo sonriente.
-Creía que me ibas a echar una de las típicas broncas de: "¡Pero no miras a dónde vas chaval!" -dije haciendo que riese. Lorena era demasiado guapa.
-Yo no soy así. ¿Acaso tengo cara de ser una de esas? -dijo con una ceja levantada y poniendo sus brazos en jarras.
-Lorena, yo ya estoy cambiada -apareció detrás de nosotros Paola con la mochila ya colocada detrás de su espalda.
-Voy -dijo Lorena mirandola sonriente. Paola tras entró otra vez al vestuario de chicas con un gran suspiro- Ah, si... y gracias por darme la ropa en la acampada -tras decir esto se fué corriendo hacia los vestuarios.

Lorena.
Entré corriendo al vestuario. Paola se asomó dos veces por la puerta del vestuario con cara de: 'Cómo no vengas ya, me voy yo sola'. Asique no pude seguir hablando con David. Me cambié de ropa, lo único que me faltaban era los zapatos.
-Lorena, ¿a ti te gusta Niall? -la pregunta de Paola me dejó desconcertada. Ella es mi mejor amiga y todavía no sabía si decirle eso.
-Sí... -sonreí al recordar aquel beso- cuando lo conocí al principio pensaba que no tenía corazón. Pero estaba tan equivocada, e descubierto a un Niall que me encanta. Siempre me hace reír, pasarmelo estupensamente bien, me hace sentir única.
-Sólo te digo una cosa. Me parece perfecto que te guste Niall, es un chico con algo especial pero piensa en que puede jugar contigo...
-Chicas, ya os tenéis que ir tengo que cerrar el salón -apareció la profesora por la puerta del vestuario.
Asentimos con la cabeza. Nos levantamos cogimos cada una nuestras maletas y salimos de allí. Nos despedimos cómo siempre de la profesora y nos fuimos. Me quité la coleta y me dejé el pelo suelto, me lo hice hacia un lado. '¿Seguro que te quieres ir sola a casa?, a mi no me importa acompañarte en serio' me dijo Paola. Nos habíamos parado en la puerta del instituto antes de salir. 'Esta vez quiero ir sola' sonreí. 'Bueno, vale. ¿Me llamas después?' preguntó. 'Sí' le di un gran abrazo y empezé a caminar. '¡Adiós!' nos dijimos las dos antes de seguir caminando.
Por el camino arrastraba una pequeña piedra con el pie, dandole patadas mientras caminaba. Mi cabeza pensaba en lo que me había dicho Paola. ¿Estará jugando conmigo? no creo... si estubiera jugando conmigo estaría por ahí tirandole a cualquier chica los tejos ¿no?

-¿Vives por aquí? -una voz hiso que me voltease. Era David, sonreí asustada.
-Sí ¿y tú? -pregunté- es la primera vez que veo que vienes por aquí, por este camino digo.
-Vivo por aquí -sonrió poniendose a mi lado. Empezamos a caminar los dos juntos- ya, es que me di cuenta que por este camino es un poco más cerca.
-Me asustastes ¿Sabes? estaba metida en mis pensamientos -dije soltando una pequeña carcajada.
-No era mi intención -rió.

Niall.
Me despedí de los chicos y salí de la casa de Louis. Mi hermano me llamó diciendome que vaya ya a casa urgentemente haciendo que me apresurara más. Salí corriendo y subí la calle, por dónde vive Lorena. Caundo ya iba a pasar por ahí, me paré sin hacer ruido. Lorena estaba con aquel chico el que estaba delante de la puerta de la cabina aquella vez que fuimos de acampada que le di un pequeño golpe con el codo. Me escondí en la esquina y observé. Se dieron un abrazo y siguieron cómo un medio minuto hablando hasta que se despidieron, Lorena entró a la casa y cerró la puerta. El otro pasó por mi lado sin darse cuenta. ¿Lorena había quedado con él? Mi cabeza me decía: "Creía que no era así".
Lucía.
Mi hermana y yo pasamos la tarde con nuestra familia. Nos vinieron a visitar nuestros abuelos paternos, siempre nos traían unos panesillos de su pueblo, eran riquisímos y más cuando estaban calentitos. Todos nos sentamos menos mi madre y mi hermana que están haciendo el café. Me senté junto a mi abuela, que me dijo que le enseñara las fotos que hise en la excursión de la acampada. Le enseñé una que salimos Cristina, Lorena, Paola y yo sentadas juntas en un tronco delante de la fogata.

-Ha esta chica la conozco yo -señaló mi abuela a Lorena dejandome extrañada.
-¿La conoces? -pregunté.
-Aquí está el café -dijo mi hermana poniendo la gran bandeja con seis tazas de café encima de la mesa.
-Cris, abuela dice que conoce a Lorena -le dije. Mi hermana se sentó al lado izquierdo de abuela.
-¿De que la conoces? -preguntó Cristina.
-Bueno, esta chica vivía antes en dónde vivimos abuelo y yo -contó- ¿a que sí Marcos? -le preguntó abuela a abuelo enseñandole la foto.
-Sí, sí. Esta es la niña que se mudó con su hermana pequeña y su madre. ¿Es vuestra amiga? -nos preguntó abuelo devolviendole la foto a abuela. Nosotras asentimos con la cabeza.
-Creo que se mudaron para tener una nueva vida lejos de allí -yo y mi hermana nos miramos sorprendidas- su padre las abandonó cuando ella -señaló a Lorena- era muy pequeña y su madre estaba embarazada de la hermana. Su madre Elisa tuvo una depresión, hasta que conoció a un hombre muy extraño, estubieron juntos dos años por lo menos pero después la maltrataba por los golpes que se oían desde la calle y las dos niñas se quedaban afuera pidiendo auxilio.
-¿Tú no hicistes nada abuela? -pregunté con un nudo en la garganta.
-Llamé varias veces a la policia pero me decían que no podían ir ahora mismo -suspiró con tristeza- un día le pregunté porqué no se iba de aquí y lo abandonara pero ella me decía que lo quería, hasta que un día le cambió el chip. Cortaron los dos, pero a los días siguiente él se ponía delante de la casa a tirarle piedras, todos los vecinos cuchicheaban y se apartaban al verlo. Gracias que se mudó aquí a Londres, me alegro por ella.
No me lo podía creer, ni se me pasaba por la cabeza que a Lorena le había pasado eso.

Paola.
Llegué a casa, cerré la puerta a mis espaldas y subí a mi cuarto. Mi padre estaría seguramente en el comedor revisando cosas del trabajo. Entré a mi cuarto, cerré la puerta a mis espaldas y dejé la maleta en el suelo. Me dirige hacia mi ordenador, me senté en la silla y moví el ratón para que se encendiera. El ordenador estaba en ausente asique bastaba con mover el ratón para que la pantalla se encienda. Miré haber si ya se había pasado el video al CD, solo faltaban 10 minutos. Siempre por las mañanas me despierto unos diez minutos antes para poner el video a pasarlo a un CD. Solo quedaban 10 discos más...

miércoles, 10 de abril de 2013

Capitulo 44.

Eleanor.
'Hemos quedado para ir el viernes a la playa, para hacer un pequeño picnic' le dije a Alice mientras limpiaba la barra de la cafeteria. 'Se te nota que te gusta demasiado' se puso a preparar un café. 'Lo tienes que conocer, es muy divertido y lo que más que me gusta de él, es que es muy seguro de sí mismo' me puse roja al decirlo. Suspiré y dije: 'Creo que es mi chico perfecto'. Alice me sonrió y me dió un gran abrazo. Ella sabía que había sufrido mucho con mi último novio, aunque no lo haya visto desde hace tres años. Nos separamos y seguimos trabajando. Cuando terminé de hacer mi jornada fuí a hablar con la encargada. Toqué en la puerta dos veces y pasé adentro. Me quedé delante de la mesa de pie con la gorra roja en la mano.

-¿Ya has terminado tu jornada? -me preguntó con el boligráfo en la mano y con una sonrisa en la cara. Acepté con la cabeza- sientate si quieres.
-No, no. Solo quería decirte que si el viernes puedo tener el día libre.
-Claro, pero tendrás que trabajar dos jornadas más el lunes ¿te parece bien?
-Sí, gracias -sonreí- hasta mañana.

Lorena.
Ya era la última hora, por fin. Estoy tan aburrida que llevo haciendole la misma trenza cómo unas seis veces a Lucía. Suspiraba cada dos por tres y algunas veces miraba de reojo hacia atrás dónde esta Niall, pero me tropezaba con la mirada de la chica nueva, me miraba con cara de: "Si lo tocas, te mato". Quité la mirada con los ojos bien abiertos, me quedé totalmente confundida. ¿Porqué me miró así? ¿Que se cree? La sirena me interrumpió de mis pensamientos, me levanté, cogí la maleta y coloqué bien la silla.

Salí con todos de clase y nos separamos cuando fuimos a nuestras taquillas. La abrí cogí las asignaturas que tenía deberes y los demás libros los dejé adentro, mientras los guardaba pensaba todavía en porqué me había mirado así esa tía ¿acaso lo conoce? Cerré la taquilla y me asusté al ver a Niall detrás de la puerta de la taquilla. Rió al ver mi cara de asustada y empezé a reír junto con él. Cuando ya íbamos a salir afuera se oyó un: 'Niall ¿puedo hablar contigo?' dejandonos a los dos parados en el pasillo, nos giramos los dos a la vez y era Lisset. 'Sí, claro' me miró después le miró a ella y sonrió '¿Les dices a todos que si me esperan afuera?' me preguntó al oído. Le dije que sí con la cabeza y justo en ese momento aparecieron Cristina Brooks, Lucía y Paola.

-Vamos afuera, que Niall va a hablar con...
-Lisset -me interrumpió Paola poniendo los ojos en blanco- te esperamos Niall -sonrió.
Salimos afuera y nos sentamos en uno de los bancos frente al instituto. Me quité la mochila de los hombros y la coloqué encima del banco.
-¿La conocéis? -les pregunté.
-¿Que si la conocemos? -dijo irónicamente Lucía- sí, ella estuvo con Niall cuando tenían catorce años, jugó con él una semana y después lo dejó. Pasó unos meses más en el instituto y después se marchó a vivir a California -me quedé sorprendida- por eso Niall empezó a acostarse con chicas y chicas... -suspiró- le hiso mucho daño ¿sabes? -me miró- desde que has llegado tú a cambiado y a vuelto a ser quién es -sonrió.

Le sonreí y miré la puerta del instituto. Vimos cómo salían Louis, Liam, Zayn, Harry y Niall juntos del instituto. Les gritamos diciendoles que nos esperasen y fuimos hacia ellos. Nada más acercarme a Niall me cogió cómo un saco de patatas haciendo que todos empezaran a reír incluso yo. 'Bájame' le dije por quinta vez dandole con la mano en la espalda. Me bajó y le di un beso en la mejilla. 'Estas tonto' le susurré al oído. Miré a la puerta del instituto y vi a Lisset que tenía cara de enfadada, me observó de arriba abajo y entró al instituto otra vez.
Llegué a casa acompañada por la chicas. Habíamos estado hablando por todo el camino en ir mañana a comprarnos los vestidos de primavera las cuatro solas. Cerré la puerta de mi habitación a mis espaldas, puse la maleta en el perchero de detrás de la puerta y saqué los deberes los puse encima de mi escritorio y empezé a hacer los deberes.

Niall.
''¡Niall, es para ti!" gritó mi hermano desde el salón. Me levanté de la cama, salí de mi cuarto y bajé. Greg me dió el telefóno y me lo pegué a la oreja.

-¿Quién es?
-Niall, vamos a quedar todos en casa de Louis ¿te vienes? -contestó Zayn.
-Vale, ¿me pasáis a buscar o...
-Te pasamos a buscar -me interrumpió- voy a hacer los deberes, paso de que me eche la bronca otra vez el profesor de Matemáticas -reí- adiós.

Colgué y dejé el telefóno encima de la mesa del salón. Subí las escaleras pero cuando ya estaba por el medio del camino  para llegar a mi habitación mi hermano me paró.

-Oye, ¿has comido palomitas cuando yo no estaba aquí? -dijo desde abajo. Una sonrisa se formó en mi cara tras pensar en la última vez que quedé con Lorena.
-Sí -contesté y entré a mi habitación.

Los chicos me vinieron a buscar dos horas más tarde. A las 17:00. Llegamos a casa de Louis a las y medio ya que era un poco más lejos. Cómo era de día y pegaba el sol en el pequeño jardín de Louis decidimos ponernos allí a hablar.

-¿De que estábais hablando Lisset y tú? -me preguntó Louis sentandose a mi lado.
-Me dijo que si podiamos empezar de cero, no sé a que vino eso -contesté.
-Está tan cambiada... no la reconocía al principio -dijo Liam.
-A que sí... -dijimos todos. Hubo un pequeño silencio y empezamos a hablar otra vez.
-Y... con Lorena ¿cómo te va? -dijo Harry haciendo que todos me mirasen. Sonreí mirando al suelo y rápidamente levanté la mirada.
-¿Cómo podéis ser tan cotillas? -dije intentado cambiar de tema. Todos empezaron a reír.
-Se te nota que le gustas, y a ti te gusta ella -dijo Zayn. Lo miré sonriente, no podía parar de sonreír.
-Es diferente a las demás, me hace reír y no tontea con cualquier tío -expliqué.
-Oh... -dijeron todos.
-¿Ya has quedado con ella? -me preguntó Louis.
-Sí, varias veces la última vez fué cuando la fuí a buscar a las 21:00 o algo así, para ir a ver una película a mi casa, que no estaba mi hermano.
-Y... ¿os habéis besado? -dijo Liam. Solté una carcajada al instante y repasé la lengua por mis labios.
-¡Eso significa que sí! -gritó Harry- que fuerte, no me lo puedo creer.
-Cambiemos de tema, porque no quiero llegar a otras preguntas... -dije pasando mi mano por la nuca- me ha dicho un pajarito que has quedado con Eleanor -miré a Louis.
-Pues sí, quedamos para ir el viernes a la playa -sonrió. Nos miró a todos- y no, no la e besado. ¿Vamos a hablar de todas las chicas o que?
-Si hace falta sí -rió Zayn- yo me e besado con Paola -todos nos sorprendimos.
-¿Váis en serio? -pregunté- ¿o no se lo has dicho?
-No, no vamos en serio. Tengo miedo de decircelo, lo sabéis de sobra.
-Venga ya Zayn, si ella no llega a sentir nada por ti no te dejaría que la besaras -dijo Louis.
-Se lo diré algún día -soltó un pequeño bufido mirando al suelo y moviendo la pierna.
-Yo se lo diré a Lucía pasado mañana -dijo Harry captando toda la atención.
-¿Porqué no mañana? -preguntó Liam.
-Mañana las chicas van a ir a comprarse el vestido del baile de primavera -se sacudió la cabeza y después pasó su mano por el pelo, cómo hace siempre- ¿ustedes ya tenéis traje?
-No -dijimos todos al unísono.
-Ni yo, mi padrasto dice que me quiere prestar uno dice que me queda perfecto -sonrió.
-Yo iré con Cris a comprarlo, quiere acompañarme dice que le hace ilusión -dijo Liam haciendo que todos rieramos.

Lorena.
Terminamos de ensayar. Eran las 18:30. La profesora apagó el equipo de música y nos dijo que fueramos a cambiarnos. Yo me quedé hablando con ella a solas, le pregunté que si cuando actuaramos tendríamos que usar un vestuario porque todavía no lo hemos elegido. Ella se lo pensó y me contestó diciendome: 'Mañana lo hablaremos, no te preocupes' sonrió. Me bajé del escenario por las escaleras del centro y caminé con la cabeza bajada mirando al suelo, haciendo que me chocase con alguien.

viernes, 5 de abril de 2013

Capitulo 43.

Lorena.
Llegué al instituto junto con Paola. Miraba por todas partes nada más llegar. Buscaba a Niall, parecía una loca.

-¿Que buscas? -preguntó extrañada.
-Nada -mentí sonriendole.

Entramos al instituto hablando sobre lo que hicimos el domingo. Gracias que no me preguntó sobre el sábado me hubiera puesto demasiado roja, y eso que no soy muy tímida. Miré mi reloj. Sólo quedaba dos minutos para que empezara la clase de Matemáticas. Entramos a clase, el profesor ya estaba listo para empezar la clase, pero todo la clase seguía hablando cómo si él no estubiera ahí. Mi mirada rápidamente se encontró con la de Niall, sonreí a lo bajo y me senté en mi sitio. Saqué el material tranquilamente y lo puse encima de la mesa. Notaba una mirada que venía de la primera fila. Le miré. Era Cristina Martinez, se mordía la uña del dedo pulgar mientras me miraba con malisia, pero después sonrió dejandome desconsertada. ¿A que vino eso?


Niall.
Desde que la vi entrar a clase no la dejaba de mirar. Ayer quedé con los chicos para contarles lo que pasó con Lorena, al final se rieron pero después cómo vieron que no me reía se lo creyeron. No les dije que me gusta Lorena porqué se iban a poner de pesados... Nunca creí que iba a sentir algo por alguien desde que Lisset me dejó. No podía parar de imaginarme ese beso que nos dimos el sábado. Ahora que lo pienso ¿Lorena había sentido algo cuando nos besamos?

'Chicos, ya se ha acabado los dos minutos que faltaban para empezar la clase. Saquen el material de la asignatura y lo más importante no quiero a nadie hablando. Veo en la lista que falta una compañera más...' dijo el profesor. Toda la clase miramos a nuestro alrededor y todos dijimos que no al unísono. De repente se abre la puerta y aparece ¿Lisset? Mis ojos se abrieron completamente ¿era ella? ¿que hacia aquí?

-Hola, buenos días -dijo cerrando la puerta- soy la nueva alumna -sonrió mirando al profesor.
-Haber... -miró la lista- sí, Lisset Collins ¿verdad? -la miró. Ella aceptó con la cabeza- en su primer día debería llegar temprano.
-Lo siento, es que me acabo de muda...
-No, no hay excusas -le interrumpió.

Esta tan cambiada. Su pelo negro le llegaba hasta la cadera ondulado, antes lo tenía hasta la espalda y siempre se lo planchaba. Espero que no sepa quién soy, puedo parecer exagerado pero me a echo mucho daño. 'Sientese por favor' le pidió el profesor. Lisset puso cara de: "La e fastidiado". Y caminó por el pasillo dónde está la fila de Lorena. Tragué saliva y la seguí observando de reojo, llegó hasta la última fila y se sentó en el sitio que había libre. Se sentó sacó las cosas y me miró sonriente, ¿sabía quién era?

Lorena.
En la primera hora, en Matemáticas no se me hiso eterno cómo otras veces. Tocaba segunda hora, Física y química. En esa clase compartía mesa con Niall. Entré a clase junto con los demás y me puse en nuestra mesa. Niall se quedó hablando con Harry, hasta que la profesora entró por la puerta. La profesora empezó a explicar que hoy ibámos otra vez a trabajar con los químicos. Nos pusimos todos las batas, y empezamos a hacer experimentos.

Las segunda hora se me hiso corta, en cambio la tercera se me hiso demasiado eterna. La sirena sonó haciendo que todos nos levantaramos de nuestro sitio y salieramos de clase. Noté que la chica nueva no dejó de observar a Niall en las tres horas de clase. 'Cuando termines de colocar las cosas en tu taquilla, ve directamente al patio. Acuerdate' le dije a Paola. 'Vale, no tardes' me advirtió antes de irse. Caminé hasta llegar a mi taquilla. La abrí coloqué las cosas de las primeras horas y coloqué los otros libros en la mochila, la cerré y caminé hacia la puerta dónde salías al patio.

Lisset.
Desde que entré a la clase, miré a Niall. Estaba cambiado, era mucho más guapo y más mono. No me miró para nada, pero cuando me senté le sonreí. Le había echado tanto de menos desde los catorce años llevo en California. Jugué con él... y me siento fatal, ahora sé que él siempre ha sido mi chico ideal. Espero que se acuerde de mí.

Cerré la taquilla de golpe y sonreí. Recordé que la taquilla de Niall era la 266, fui hacia allí. Ahí esta él, cerrando su taquilla. Fui corriendo y me paré en el medio del pasillo. Respiré hondo y sonreí.

-Hola -dije finalmente haciendo que Niall se girase para verme.
-Hola -sonrió.
-¿Te acuerdas de mí verdad? -solté una carcajada mientras me hacía un mechón del pelo hacia atrás.
-Cómo no me voy a acordar -hubo un silencio incómodo.
-Desde cuanto no nos vemos -sonreí.
-Sí, cuatro años. Estas cambiada -dijo. Reí.
-Y parece poco... Que va, puede que sea más alta ¿no?
-No -rió- bueno, adiós.
-Adiós -dije mientras veía cómo salía al patio.

Me fui de allí y di una vuelta por todo el instituto. Todo esta igual que antes, tiene algunas cosas más y otras las quitaron. No paraba de pensar que Niall esta raro, no es cómo antes, siempre estaba detrás de mí... pero desde que me mudé hasta ahora no hemos hablado. Buscaba a Cristina Martinez, mi mejor amiga desde años. No me acuerdo de su taquilla. Después de estar cómo unos once minutos buscandola la encontré.

-Te estaba buscando -le dije.
-Sabes que siempre estoy en el patio -contestó.
-¿Te acuerdas que acabo de llegar después de cuatro años? -dije ironicamente.
-Lo sé. ¿Te vas a apuntar otra vez en el grupo de animadoras? -preguntó.
-No, ya no me gusta eso. Oye, ¿porqué Niall está así ahora?
-Cómo que Niall está así -dijo extrañada.
-Que porqué está así de raro -le repetí.
-A cambiado bastante. Desde que te fuiste, empezó a acostarse con chicas y chicas sin parar -contestó. Me sorprendí- pues... se ha acostado conmigo varias veces también, y ahora desde que llegó Lorena creo que se a colado por ella, creo. Solo te digo que tengas cuidadito con esa si no quieres que te lo quite -me advirtió.

Miré a la otra parte del patio. Se encontraba Niall con Zayn, Harry, Louis, Liam, Paola, Lucía, Cristina Brooks y Lorena. No me podía creer que Niall se esté enamorando, tengo que hacer algo si quiero que vuelva enamorarse de mí.

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Hola chicas. Antes de ayer el miércoles estaba haciendo este capitulo pero mi madre me quitó el ordenador... por eso es tan corto. Hoy me lo acaba de dar, después de un día. Este fin de semana prepararé el capitulo 44, pero lo subiré el Lunes o el Martes ya veré. Subiré tres días entre semana. Ahora la historia se pone interesante cómo veréis... ¡Espero que os guste! ¡Y gracias a todas las que me dicen que les encanta la historia! ¡Os quiero!

miércoles, 3 de abril de 2013

Capitulo 42.

Tiré el móvil a la cama. Corrí hacia el armario y lo abrí. Cogí un pantalón corto vaquero, una camiseta blanca básica, una camiseta de cuadros color rojo y las Vans blancas. Me vestí, rápidamente dejé el pijama debajo de las sábanas. Fui hacia la puerta de la habitación respiré y me tranquilizé.

-Mamá, me voy a acostar ya. Por favor, no vengas a despertarme estoy demasiado cansada -mentí.

-Vale. Que descanses bien.

Cerré la puerta con una sonrisa malisiosa. Era la primera vez que me escapaba de casa, y me hacia sentir bien. Cogí el móvil que tiré a la cama apagué la luz de mi habitación, fui hacia la ventana me asomé, lo miré y sonreí.

-Ten cuidado... -susurró. Se esta riendo de mi.

-Lo tengo -dije con chulería pero después me reí.

Con mucho cuidado salí por la ventana. Apoyé una pierna en el tubo con demasiado cuidado por si acaso que el tubo estubiese roto. Apoyé la otra pierna, me agarré con fuerza y fui bajando poco a poco mirando a veces hacia abajo. Cuando ya había muy poco para llegar al suelo me solté. Me sacudí la camiseta y sonreí mirando a Niall. Nos saludamos con un abrazo y me cogió del brazo tirando de mi. Nos paramos en frente de un coche. Niall lo rodeó y abrió la puerta del copiloto me miró sonriente y me dirige allí. Me senté, cerré la puerta y esperé a que Niall entrara al coche.

Niall se montó y arrancó el coche. Por el camino miraba por la ventanilla. Las calles estaban vacías, alguna gente adulta salía de las casas y otras entraban. El camino no se me hiso muy largo nada más pasamos cuatro calles. Cuando llegamos Niall aparcó delante de la casa. Me quité el cinturón y salí del coche. Cerré la puerta despacio y rodeé el coche para ponerme al lado de Niall que me estaba esperando delante de la puerta de su casa. Entramos a la casa. Era enorme casi cómo la mía.

-¿Y ahora? -pregunté mirandolo.

-Hacemos palomitas y vemos una pelicula -contestó dejando las llaves encima del mueble de la entrada.

-Que generoso eres preguntandome... -dije ironicamente poniendo los ojos en blanco- pero la idea me gusta -sonreí.

-Lo sabia -sonrió. Se giró y fue caminando hacia la cocina.

-¿Cómo lo sabías? -pregunté caminando detrás de él.

-Ah... -rió. Me paré poniendo los brazos en jarras pero después de dos segundos entré a la cocina dónde estaba él. Me puse a su lado y le di un puñetazo flojo en el brazo.

De repente me cogió en peso poniendo mi estomago en su hombro. Empezé a dar pataditas al aire para que me bajase, pero el me mandaba a callar. Se paró delante del sofá y me tiró mientras el reía. Reí al verlo, no me paraba de reír, me siento bien cuando estoy con él. Siempre reíamos, o él me hacía reír y eso es lo que más me gusta.

Niall me dijo que mientras que él hacia las palomitas yo fuese a coger las peliculas que tenía en su cuarto. Me levanté del sofá y subí las escaleras. Miré hacia los dos lados del pasillo de izquierda a derecha y me decidí por la derecha. La puerta de la habitación estaba media abierta, la abrí poco a poco y entré. Me quedé sorprendida al ver una guitarra en una esquina ¿tocaba la guitarra? Miré en la estantería que tenía Niall encima del escritorio, allí estaban las peliculas. Las cogí y salí de la habitación. Bajé las escaleras y me dirige hacia la cocina, antes de entrar me quedé parada mirandole. Niall estaba de espaldas metiendo las palomitas en el microondas, me mordí el labio y sonreí cómo una completa imbecil. Entré en la cocina y me puse al lado de él.

Cuando se terminó de hacer las palomitas las pusimos dentro de un bol, le añadimos azúcar para que sabieran más dulces. Cogí las peliculas que las dejé en la encimera de la cocina, Niall cogió el bol de palomitas y nos fuimos al salón. Nos sentamos en el sofá y empezamos a elegir una pelicula, yo elegí una y él eligió otra. Hicimos un trato el que ganase en piedra, papel o tijera pondría su pelicula. Lo hicimos tres veces y a las tres veces él ganó. La pusimos y empezamos a verla. La pelicula era muy interesante aunque me hubiera gustado más ver la que elegí yo. En el medio de la pelicula me estaba aburriendo demasiado. Observé a Niall, estaba atento a la pelicula con los ojos bien abiertos. Cogí una palomita del bol y se la tiré a la cara dandole en uno de sus cachetes. Me miró, cogió un gran puño de palomitas y me los tiró. Reí y me levanté del sofá. Estubimos tirandonos palomitas hasta que se quedó el bol sin nada adentro. Fui al baño cuando terminamos de hacer nuestras tonterias, y me quité algunas palomitas que tenía enredadas en el pelo mientras me miraba al espejo. Me fijé que Niall se asomó por la puerta quedandose apoyado al marco.

-Mira lo que me has echo -dije riendo.

-Empezastes tú -rió- son las 22:30.

-¿Ya? -pregunté. Miré el reloj- es verdad... no quiero llegar tarde a casa.

-Cuando termines baja abajo y recogemos las palomitas -sonrió.

-Vale -sonreí.

Niall se fué y bajó abajo. Terminé de quitarme las últimas palomitas del pelo que me costó bastante procuperé de no tirarme del pelo y bajé abajo. Niall me esperaba sentado en el sofá con un cepillo y una pala. Recogimos todo, no quedó ningún rastro de ninguna palomita en el suelo. Las tiré a la basura con cuidado por si se callese alguna al suelo. Me coloqué el pelo para el lado derecho y salí de la cocina. '¿Vamos?' pregunté poniendome delante de la puerta. 'Claro' contestó poniendose una chaqueta vaquera. Abrí la puerta y salí junto con Niall. Nos montamos en el coche y nos dirigimos a mi casa. Llegamos y salimos los dos del coche, sin hacer ruido. Cerré la puerta despacio y fui hacia dónde estaba el tubo de antes. Niall vino hacia a mi y me dio un abrazo, apoyé mi barbilla en su hombro y sonreí.

Nos separamos poco a poco los dos sonrientes. No dejamos de mirarnos en ningún instante, miraba sus carnosos labios y él miraba los míos. Nos fuimos acercando uno al otro poco a poco. Su respiración se intercambiaba con la mía. Me acerqué aun más a sus labios hasta que acabamos besandonos. Fue un beso un poco corto. Me separé de él sonriente, no podía aguantar no sonreír. Sabía que él quería más, pero lo quería dejar con las ganas. Subí por el tubo poco a poco hasta llegar a la ventana de mi habitación, la dejé entre abierta para poder pasar. Entré a la habitación con cuidado y me volví a asomar. '¿Ni uno más?' susurró Niall. Negué con la cabeza sonriendo cómo una tonta. 'Buenas noches...' dije y cerré la ventana. Apoyé mi espalda al cristal, cerré los ojos y cómo una loca empezé a saltar de alegría por toda la habitación sin hacer ruido.


Cristina Brooks.
Mi hermana y yo, habíamos pasado el fin de semana en casa de mis tíos. Me encanta quedarme allí. Así podía sacarme fotos, disfrutar de la traquilidad ya que la casa está apartada de la ciudad, divertirme haciendo juegos dentro de la piscina. Pero había echado de menos a Liam, sí puede sonar exagerado aunque siempre hablamos por la noche cuando me quedo en la casa de mis tíos. Nos contabámos cada detalle de lo que habíamos echo en todo el día, pero mi hermana cómo compartía conmigo la habitación me mandaba a callar o apagaba la luz para molestarme, asique tenía que colgar si o si. Le extrañaba tanto... necesitaba sus abrazos, sus besos, sus caricias, sus sonrisas... todo.

'¿Estas llegando?' le pregunté a Liam mientras bajaba las escaleras de mi casa, acababa de llegar a mi casa, después de recoger todo llamé a Liam para que viniese a verme. 'Ahora mismo' contestó. Una sonrisa se dibujó en mi cara. Me acerqué caminando hacia la puerta mirando el móvil. '¿A dónde vas?' me preguntó mi madre desde la cocina. Me volteé para verla y le dije: 'Ya vengo'. Abrí la puerta y observé atentamente. Allí estaba viniendo con el móvil en la mano. Corrí hacia él y lo abrazé con todas mis fuerzas.

-Te e echado de menos -susurré en su oído. Me separé y le di un largo beso.

-Y yo -dijo entre nuestros labios. Sonreí y lo volví a abrazar.


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Se que es muy corto... no he tenido tiempo, pero espero que lo disfrutéis. Gracias por leer. Os quiero <3

martes, 2 de abril de 2013

Capitulo 41.

Niall.
Después de dejar a Lorena en su casa me puse en camino a la mía. La verdad es que no estaba muy lejos si no cuatro calles más. Por las calles habían parejas, grupo de amigas, niños pequeños jugando al pilla, pilla. Reí al verlos, me recordaban a Lorena y yo jugando esta misma tarde en el parque.


Llegué a casa, metí la llave en la cerradura y abrí la puerta. La casa estaba oscura, mi hermano seguramente se fue a dar una vuelta por ahí con sus amigos. Cerré la puerta a mis espaldas y encendí las luces. Fui a la cocina mientras silbaba la cación de Chris Brown-Turn up the music. Abrí la nevera, cogí un yogurth de coco y la cerré de golpe. En la puerta de la nevera había una nota, la cogi y empezé a leer: "Niall, te e llamado cómo unas cinco veces no sé porque no cogias el móvil. Bueno, te iba a decir que me voy al apartamento de Christian a pasar el sábado y el domingo regresaré tarde. Adiós, Greg." Eso significaba que tenía el apartamento para mi solo, tengo una idea. Sonreí y tiré la nota a la basura.


Paola.
Salimos del cine riendonos. Habíamos llenado todo el suelo de palomitas, gracias que no había ningún hombre de seguridad que vigilan siempre la sala. Todavía no me creía lo que pasó antes, le besé. Mi cara esbozó una sonrisa inmediatamente. Cuanto había esperado ese momento tan mágico para mi.

-Gracias que solo hay dos personas -dijo Zayn sacandome de mis pensamientos.

-Sí -sonreí mirando hacia delante- ¿Que vas a pedir?

-No tengo mucha hambre -contestó sonriente poniendo sus manos dentro de los bolsillos del pantalón- ¿y tú?

-Tampoco tengo mucha hambre, pero pediré alguna bebida o algo.

Después de pedir las cosas nos sentamos en la terraza. Hablabamos de cualquier cosa, tenía ganas de preguntarle porque me beso ¿sentirá algo por mi? Bebí un poco de Coca-Cola y apoyé mi codo encima de la mesa. Era y es precioso, me estoy poniendo roja seguramente. Pasamos unos cuantos minutos sacando cualquier tema hasta que decidimos irnos a casa. Me levanté, cogí la botella de Coca-Cola y la guardé en mi bolso. Nos dirigimos a las escaleras mecánicas que te llevaban hacia el parking. Bajamos y fuimos hacia la moto.


Lorena.
Me tiré a la cama sonriente. Estoy contenta, me lo he pasado genial esta tarde. Parecíamos niños pequeños jugando. Nada más recordarlo me pongo roja. Me senté en la cama y me puse las manos en la cara, me estaba volviendo loca o digo enamorada. La puerta se abrió. Era mi hermana, corrió hacia mi y se puso a saltar encima de la cama. Reí al verla y me puse hacer lo mismo.

Al día siguiente me desperté a las 11:09 de la mañana, ayer me dormí tardisimo. Desayuné en la cocina sola, me hice unas tostadas con mantequilla y un zumo de naranja. Mi madre se fue con mi hermana a dar una vuelta. Cuando terminé puse el plato y el vaso en el fregadero, subí a mi habitación sonriente. Cerré la puerta a mis espaldas y me puse delante del espejo. . El telefóno empezó a sonar, salí de mi habitación corriendo y bajé las escaleras. Llegué rápidamente al salón y cogí el telefóno que esta encima de la mesa.


Paola.
Abrí los ojos haciendo que toda la claridad de la habitación me molestase. Me quité las sábanas de encima y me levanté. Me dirige hacia la ventana y la abrí. La gente iba de una lado al otro. Respiré hondo y cerré los ojos. Las imagenes de ayer me vienen a la mente rápidamente. Zayn y yo en el cine sus labios se acercaban más a los míos...

-Paola -la voz de mi padre me interrumpió. Me voltee- tienes el desayuno abajo, voy a salir pienso tomarme un descanso.

-Vale... -dije extrañada.

Me volví a girar para asomarme otra vez. ¿Mi padre saliendo a la calle sin ser el trabajo? ¿Me ha echo el desayuno? Este día va hacer muy raro creo yo...

Bajé las escaleras tranquilamente ya que estoy dormida y me dirige a la cocina. Desayuné mientras pensaba en mis cosas. ¿Porque no se lo dije? soy una tonta. Recogí las cosas y fui a mi habitación. Dejé la puerta abierta y me senté en la cama aun dormida. Miré el reloj de la mesita de noche, eran las 10:58 de la mañana. Seguramente Lorena seguía durmiendo... se cómo es ella. Tengo ganas de llamarla y contarle todo lo que pasó ayer. Me tumbé otra vez en la cama boca arriba mirando el blanco techo que tenía encima de mi.

Esperé a que se hicieran las 11:10 para llamar a Lorena. Los minutos fueron eternos, me levantaba de la cama y me ponía a caminar por la habitación. Miré el reloj. Ya eran las 11:11. Cogí el telefóno de mi habitación y marqué el número de la casa de Lorena. Al tercer intento lo cogió. Le conté poco a poco lo que pasó ayer, espero de que se enterase de algo cómo tiene voz de dormida.

-¿Y no se lo dijiste? -preguntó.

-No -contesté.

-¿Pero porque? si te besó fue por algo -me quedé pensativa. Hubo un silencio- no creo que Zayn sea de esos, que se besa con las tías por la cara...

-No, no es ese tipo de chico -suspiré- es que tengo miedo.

-¿Miedo de que Paola? -le iba a contestar pero no me dejó- ya se, no quieres estropear vuestra amistad. Pero a veces hay que apostar todo.

-Gracias por deprimirme -dije con ironía.

-Lo que te estoy diciendo no significa que te quiera deprimir porque es verdad -el ruido de una puerta abriendose se escuchó detrás del telefóno- me tengo que ir, después hablamos ¿vale?

-Vale...


Lorena.
El día se me pasó volando. Por el mediodía después de comer vi una pelicula animada con mi hermana acostadas en el sofá. Por la tarde salí a comprar un poco de ropa por las tiendas de Londres sola. Llegué a casa a las 20:47. Subí a mi cuarto con las cuatro bolsas más o menos llenas de ropa. Cerré la puerta y las bolsas las dejé a un ricón de la habitación. Me quité las zapatillas dejandome descalza. Abrí el armario de par en par y cogí un pijama corto, ya empezaba a hacer calor regularmente. Dejé la ropa a un lado y me puse el pijama, cogí un peine del baño y me peine. Recogí la ropa sucia. Cuando terminé de hacer todo me senté en la cama apoyando la espalda en la cabezera con las piernas encogidas. Suspiré miré el reloj, ya eran las 21:15. ¿Que puedo hacer? La melodía del móvil empezó a sonar sacandome de mis pensamientos, estiré la mano hacia la mesita de noche dónde esta el móvil y lo cogí. Era Niall, sonreí me mordí el labio y contesté.

-¿Sí? -pregunté sonriente. Espero que no se me notase entusiasmada.

-Hola -contestó riendo- ¿te puedes asomar un momento por la ventana de tu habitación?

-¿Para que?

Pregunté levantandome de la cama y dirigiendome a la ventana. La abrí de par en par y me asomé, allí esta él sonriendo con el móvil todavía en la oreja. Sonreí apartando un poco el móvil de la oreja, Niall señaló el móvil haciendo que me lo pegase otra vez a la oreja.

-¿Que haces aquí? ¿estas loco? -susurré por telefóno. Sabía que me estaba escuchando perfectamente.

-¿Te vienes? -preguntó dejandome extrañada.

-¿A dónde? -me mordí el labio soltando una pequeña carcajada.

-A mi casa, mi hermano se fué hasta mañana no vuelve -me guiñó un ojo. Reí- no es para eso... -rió.

-Creído -Me gire para ver el reloj- son las nueve y veinticinco mi madre no me dejará salir.

-¿Y quién ha dicho que te vea?

-Haber... dime cómo bajo de aquí -me giré para verle. Levanté una ceja.

-Es muy fácil, simplemente bajas por el tubo ese que esta clavado a la fachada -señaló. Me asomé y lo vi.

-No, yo no puedo -protesté todavía mirando el tubo.

-¿Tienes miedo?

-¿Me estás diciendo miedica? -pregunté. Me esta poniendo a prueba.

-Sí, claramente.

-Ya bajo -dije finalmente y colgué.